Después de varias décadas abandonado, el terrazo se reivindica este año como la última tendencia en decoración. El terrazo es un material que parecía olvidado y desterrado, pero sus usos hoy en día son amplios y hasta ahora nunca vistos. Las tendencias se construyen a base de rescatar antiguos materiales o formas del olvido, del pasado. En otras ocasiones, se resucitan elementos que fueron mayoritarios entre la clase obrera; es un comportamiento que hemos visto en la moda y que también se da en la decoración.
Es un material duro, resistente, fácil de mantener y, sobre todo, muy económico. Beneficios que se mantienen en la actualidad. Por lo tanto, hablamos de una tendencia que podemos seguir con facilidad, ya que nos saldrá barata y, además, podremos elegir entre un montón de variedades según, por un lado, el grano, que puede ser fino, medio o grueso y, por otro, el color. Tradicionalmente, los más usados lucían tonos blancos, grises o tierras; hoy, se pueden encontrar incluso en azul, negro, rosa o en una combinación de varios colores.
Hasta ahora el terrazo solo se había visto en suelos. Su capacidad de resistencia ante la humedad lo hacía ideal, sobre todo, para las terrazas. Pero esto ya no es así: su uso se ha ampliado y ocupa muchos más espacios en el hogar.
Por ejemplo, como revestimiento de paredes de baños y cocinas. O como material para las encimeras de la cocina. Es asombroso como los diseños modernos convierten este sencillo material en una joya que brilla en cualquier habitación en la que se use. Pero la lista no acaba ahí. El terrazo ya alcanza elementos fundamentales para el hogar como mesas, sillas, taburetes, bañeras, lámparas… o elementos decorativos, a saber, jarrones, floreros, salvamanteles, etc.
Y, por si fuera poco, el furor por el terrazo ha alcanzado tal nivel que ya inspira, como motivo gráfico, el estampado de cortinas, cojines, edredones o papel pintado, entre otros, aparte de otros objetos como cuadernos, bisutería, fundas de móvil, bolsos… Cualquier aplicación es buena.
La moda es cíclica, va y vuelve. Puede que el terrazo no dure para siempre pero lo que sí podemos decir es que ha vuelto con más fuerza que nunca reivindicado como un digno material aprovechable por todo el mundo. Y no piensa volver al baúl de los recuerdos tan fácilmente.