Viene la polémica… “Si es niña, rosa; si es niño, azul”. Hace algunos años no era extraño escuchar esto cuando de remodelar el cuarto de un niño se trataba. Sin embargo, los tiempos han cambiado y el mundo se ha abierto a más de dos opciones.
1. ¿Qué colores debo usar?
Neutros. Al hacerlo le permites a tu hijo a elegir en un futuro el color que más le guste. Elige colores claros y terrosos. Café, crema o gris como base. Amarillo, rojo o verde como contrastes. Al hacerlo neutro, no sólo te ahorras los monocromáticos regalos de familiares y amigos, sino que le permites a tu hijo tener un mundo por descubrir y crear donde los colores no tienen un significado fijo, sino que uno le atribuye el significado.
2. ¿Los colores significan algo?
Hay colores que guardan cierto significado según la cultura. El azul por ejemplo, se usa para la tristeza en los países de américa del norte. De ahí que se diga: “I feel blue”. En los países latinoamericanos el azul es un color alegre generalmente vinculado con la comunicación.
Mientras más crece la comunicación entre culturas, más propensos estamos a la vida cosmopolita. Un estilo de vida que acepta que no hay significado correcto y único para un color, sino que puede decir muchas cosas; es esa la vida que le tocará enfrentar a nuestros hijos. A ellos dales un mundo de color, no un mundo de significados.
3. ¿Qué beneficios puede traer esto?
Un sentimiento de apertura. Alguien abierto a la opinión de los demás que sabe escuchar y tolerar, es capaz de generar un juicio de gusto sobre un color en específico sin perder el camino objetivo de la vida cada vez más cosmopolita.