Culiacán, Sinaloa a 08 de Octubre de 2012.- Buscar retiro y hallar abrigo, dejar atrás la rutina diaria y renovar la vitalidad. El cuarto de baño, como lugar de encuentro del individuo consigo mismo, es un espacio para la belleza y percepción. Un refugio estético del bienestar personal en el que es posible experimentar el agua con emoción.
Hace ya más de diez años el primer baño Starck supuso el inicio de una revolución: Se desterraron las reglas de la funcionalidad meramente higiénica para dar paso a la concepción de un nuevo espacio vital. Así, nació el baño como entorno habitable, impregnado de calidez y personalidad. Una evolución que continúa.
“Es el momento de llevar a cabo la redefinición de la ducha”, declara Philippe Starck.
El diseñador se centra ahora en la ducha como elemento principal del bienestar personal en el cuarto de baño. En su nueva concepción diseño, funcionalidad y espacio se sumergen de nuevo en un juego interactivo sorprendente. La ducha se convierte en un spa a medida. Se trata de una colección de gran fuerza expresiva cuya pureza y uniformidad ofrece un amplio abanico de posibilidades creativas.
¿Es este el inicio de una nueva revolución? No, en esta ocasión cabe decir sin reparar en modestias que se trata de alta costura para la ducha.