La primavera es la ocasión perfecta para poner al día la casa después del invierno. Es el momento del año en el que la casa respira y se prepara para recibir los días de calor.La limpieza de primavera será tu principal aliada.
Debemos planificar con anticipación cómo será la limpieza; para ello, ten en cuenta en qué días las llevarás a cabo, con qué ayuda contarás y qué utensilios y productos de limpieza necesitarás. Es muy útil que visualices todo el proceso en el orden en el que lo llevarás a cabo, así como el modo en el que abordarás esta limpieza en profundidad.
Y antes de iniciar cualquier limpieza, ya sea ordinaria o extraordinaria, es importante ventilar y abrir todas las ventanas para dejar paso a la luz y calor que renovará el aire de la casa y secará humedades. De esta forma, concederás a tu casa la oportunidad de respirar y oxigenarse con aires renovados que también incidirán positivamente en tu bienestar.
Comienza por limpiar techos, paredes y ventanas; es la hora de retirar ese polvo o telarañas que hayan ido apareciendo en los rincones. Puedes hacerlo de forma cómoda con una aspiradora, un plumero o bien con un cepillo de barrer cubierto con un paño. No olvides limpiar en profundidad rincones y zócalos donde día a día se ha ido acumulando suciedad durante el invierno.
No olvides limpiar lámparas, plafones y bombillas, para ello, basta con pasarles un plumero y un paño húmedo.
Durante la limpieza de primavera, aprovecha para cambiar los muebles de sitio si reciben la luz del sol de forma directa y límpialos con los productos adecuados según sea su acabado (barniz, laca, cera…) sin olvidar la parte trasera y de debajo de cada mueble.
También es el momento de lavar las cortinas, mantas, edredones y fundas en la lavadora o en la tintorería para guardarlos adecuadamente en el lugar destinado para ello hasta la llegada del otoño.
¿Te animas con tu limpieza de primavera?