La encimera es una zona de la cocina cuya elección requiere especial atención, decidiéndonos por un determinado material según las actividades y hábitos que llevamos a cabo sobre ella. La superficie de trabajo debe cumplir una serie de requisitos como son la resistencia, la durabilidad, su fácil limpieza, una estética atractiva y, si es posible, con tratamiento antibacterias, que nos garanticen un buen resultado.
Esta selección de materiales nos ayudará a conocer las diferentes alternativas, así como las características que presentan cada uno de ellos.
Sintéticos Se trata de una superficie compacta, compuesta principalmente por minerales y resinas. Presentan una gran resistencia a rayaduras, golpes y manchas, y permiten continuidad en las superficies, adaptándose a las diferentes formas. Algunos de éstos materiales llevan incorporados tratamientos antibacterias, garantizando una mayor higiene y seguridad.
Piedra natural Es uno de los materiales más duros y resistentes a golpes y arañazos, pero sin embargo, es aconsejable evitar su contacto con productos abrasivos que la desluzcan.
Las más utilizadas son el mármol y el granito cuyas características son comunes, distinguiéndose en que la dureza del granito es mayor que la del mármol. Ambos son resistentes a la humedad y al desgaste, no se filtran manchas pero hay que tener cuidado con los ácidos ya que estropean su color, se mantienen inalterables a los cambios bruscos de temperatura, se pueden rayar con facilidad y se presentan en una extensa gama de tonalidades.
Madera En este tipo de aplicaciones resulta delicada, puesto que su aspecto se verá alterado al estar en contacto con ciertos líquido y elementos. Un tratamiento impermeabilizante mejoraría su tiempo de duración. Refleja calidez y belleza natural, rasgos tan comunes en la madera.
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